Concurso de Microrrelatos Abril 2025: Un pueblecito al sur de Wales, de Rasselín Wissangel Rousher

 ¡Buenas tardes, escritores!

Durante los próximos días, les traeremos los maravillosos relatos que nuestros compañeros y participantes presentaron para nuestro concurso de microrrelatos de abril. Si bien no todos pueden ser ganadores, todos demuestran un innegable talento. Por ello, queremos compartir con ustedes sus creaciones, para que puedan disfrutarlas.

Así pues, les dejamos con uno de dichos relatos, presentado por la autora galesa Rasselín Wissangel Rousher.


Un pueblecito al sur de Wales


    Lleno de colores en primavera y de rítmicas notas musicales en otoño, Shunay, un pueblecito de Wales es el lugar idóneo para despejar la mente y disolver, tal vez con unas vacaciones, los problemas tras una larga temporada de trabajo y estrés.

    En primavera, como decía, tiñen las calles de los colores que más se han sugerido durante el último mes de invierno, así los habitantes, los humildes residentes de la Inglaterra del siglo pasado, vivimos una entrañable época de motivados momentos familiares recorriendo las calles con los míticos colores de la esperanza y la templanza, que no mencionaré pues, vosotros y vosotras, que consumís un tiempo en leerme sabréis que gamas de color son. 

    Curiosamente es en estos meses artísticos en qué la naturaleza nos acompaña por las mañanas con sus sonidos más gratos, pájaros y, concretamente el leve crujir de los árboles que ya han llegado a cumplir sus medios milenios de edad en muchos de los parques de la zona. 

    Es cuando llegado el otoño y sus pintorescos paisajes protagonizan todas las acogedoras tardes, nuestros mejores compositores y retirados músicos de digna profesión con la que se deleitaron todas sus diplomáticas vidas, alegran nuestras calles y parques con el sonido de sus experimentados instrumentos musicales, que no viejos por supuesto pues cargan con tantas leyendas junto a sus dueños y dueñas que siguen regalándonos el disfrute de sus mejores partituras, allí donde las interpretan deleitados de ser oídos por los pocos que somos, caminando y dando ambiente a nuestras tardes aún cálidas.

    Violines mayoritariamente son los que suelen traer a los más experimentados de la vida, sus mejores recuerdos familiares, que junto con los pianos de cola ubicados en los recintos cubiertos de todos los parques, les permiten viajar a un misticismo y paz interior que siempre fue inculcado en este pequeño pueblo, para que el intrusivos estrés o la invasora ansiedad no tuvieran nunca cabida en ningún momento.

    Las navidades siempre fueron entrañables y bastante familiares y aunque hemos crecido poco en los años que se sucedieron, algo ajenos al resto del mundo, nuestro ayuntamiento siempre se guardó un capital, cada año, para que los más pequeños del hogar de cada familia nunca perdieran la esperanza por sus sueños y creencias más inocentes. 

    Colocaban a principios de invierno, cuando a la nieve le encanta ocultar caminos y senderos de nuestra región, múltiples muñecos de nieve compactos al pie de todas las calles, para que cuando llegara la navidad y la nieve se derritiera lo suficiente dejara a la vista varios regalos que quedaban expuestos y envueltos con un papel especial. Los mayores que seguimos anhelando que los pequeños no pierdan su fE en la fantasía de la navidad, siempre nos hemos preguntado por la composición de tal papel que sobrevive a tanta humedad y bajas temperaturas, y al no descubrir una respuesta a ello, nos acordamos de lo innecesario que es encontrar la razón a todo porque sabemos que hay momentos o situaciones mágicas que mejor es no conocer sus respuestas.    

    Y cuando las temperaturas suben por encima de los necesarios grados para considerar que ha llegado el verano, cientos de personas aprovechan el calor para poner en marcha decenas de competiciones costeras. El turismo se acrecienta por ser nuestra región la que posee las playas con las aguas más cristalinas de Inglaterra ya que en verano y debido a ciertos minerales incrustados en la arena costera cuando incide sobre ellos la luz de la luna, provocan un efecto óptico de total transparencia bajo las aguas. Los jóvenes pintores ponen a prueba muchos de sus entrenamientos anuales para ser los primeros en ganarse una digna medalla en nuestro agraciado municipio cuando esto sucede, pues se celebra, entre otros eventos, el concurso de pintura nocturna en la playas para inmortalizar ese efecto óptico paisajístico que la naturaleza nos muestra anualmente. 

    En estos meses, multitud de personas se reencuentran, nuevas amistades se forjan pero sobre todo el crecimiento por el arte y la cultura regional e internacional, de quienes se animan a venir a competir en nuestra querida tierra. He de confesar que es en verano cuando muchos de nosotros, nos damos cuenta que Shunay, parece como un planeta a parte al que realmente pertenecemos por naturaleza.


FIN

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