Mes de las Infancias. Reflexión: "El espejo de una juventud cansada", de Mario Montiel Villón

 

Mes de las Infancias: 

Reflexiones de nuestros autores más jóvenes


    ¡Buenas tardes, escritores! Continuamos hoy jueves con esta bella iniciativa, trayéndoles los escritos de los más jóvenes de nuestra comunidad este Mes de las Infancias.

    Hoy, les presentamos la reflexión de Mario Josué Montiel Villón, acerca de las redes sociales y del efecto que pueden tener en la juventud, creando dinámicas sociales dañinas y una presión estética desmedida.




El espejo de una juventud cansada


¿Y si, en lugar de unirnos, las redes sociales nos destruyen?

¿Y si ahora no importa compartir, sino competir?


    Realmente no entiendo el momento en que las redes sociales dejaron de convertirse en algo agradable para algo que a veces fastidia. No recuerdo cuándo subir una foto de algún paisaje, escuchar música o elegir alguna prenda de ropa se convirtió en una competencia. Hoy en día, el simple hecho de no tener lo más nuevo o "lo que está de moda" se convirtió en símbolo de inferioridad. Como sabemos, la mayoría de jóvenes despiertan y lo primero que hacen es abrir TikTok, Instagram o cualquier otro medio.

    Ven las historias, las fotos, los videos de personas que ni conocemos, pero que parecen tener una vida perfecta. Y sé que muchos miran la pantalla y se sienten vacíos.

    Después de todo eso, solo es una foto más. Una más de muchas que subimos esperando que tenga la aprobación de otros o que sea mejor que la de ese chico o chica que tiene una vida "perfecta", sin tener en cuenta que compararse con esa perfección ficticia afecta.




    Esto ha hecho que muchos jóvenes de Ecuador o de otros países tengan muchas inseguridades sobre ellos mismos, y se sientan mal por no abarcar los típicos estereotipos de un adolescente que hoy en día se imponen para ser aceptados, como no tener un celular de última tecnología o vestir marcas reconocidas. El hecho de no tener esto provoca que no quieran tener nuevas amistades por miedo a ser rechazados, por no ser igual a los demás, por sentir que no encajan.

    Y esto afecta mucho, impide mucho su desarrollo como persona o no les permite disfrutar bien su juventud por el simple hecho de no poder ser igual a los demás.

    Creo que debemos entender que no es necesario ser el mejor en todo, ni tener las mejores prendas de ropa o el último teléfono. Eso no te hace superior, pues sigues siendo una persona común y corriente como los demás. Esto es lo que muchos olvidan: dejan sus valores y humanidad de lado para burlarse y juzgar a los demás solo para sentirse superiores, para competir por ese puesto inexistente por el que siempre están luchando.


    Por eso mismo, hay que dejar de actuar como si no pasara nada.

 Necesitamos juntar más miradas que likes.


    Debemos entender que no toda nuestra vida va a estar en las redes sociales y darnos cuenta de que todo ese mundo perfecto en el que creemos estar es falso. Hay que mirar la realidad y aceptarla, ya que no podemos cambiarla, pero sí podemos mejorarla.

    Aún estamos a tiempo de reconectar con lo real, porque a veces lo más importante no se sube, se vive.


Por Mario Josué Montiel Villón

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mes de las Infancias. Reflexión: "El ciclismo: una solución ecológica y saludable", de Bruce Chichande Guerrero

Reflexión: "Elegirme", de Elsa Sabando León

Mes de las Infancias. Reflexión: "¿Aliada o amenaza? El papel de la IA en la educación", de Arturo Vargas Ronquillo