Mes de las Infancias. Reflexión: "¿En qué momento dejamos de ser nosotras mismas?", de Ashley García Morales

 

Mes de las Infancias: 

Reflexiones de nuestros autores más jóvenes

¡Buenas tardes, escritores! Otro día más por este mes de las infancias, les traemos una reflexión de la mano de una de nuestras autoras más jóvenes. 

   En esta ocasión, se trata de un escrito de Ashley Nicole García Morales, que reflexiona acerca de las amistades y los cambios vitales que afectan a las relaciones humanas.

¿En qué momento dejamos de ser nosotras mismas?

El tiempo nos enseña que nada es para siempre. Las personas, los momentos, las heridas y los recuerdos son efímeros.

Existen amistades que parecen indestructibles, pero incluso la más profundo puede cambiar. Aceptar esto es un desafío.

Tener una amistad de muchos años es un tesoro. Compartimos risas, lágrimas y preocupaciones. Sentimos un gran cariño y una confianza profunda que nos permite ser nosotras mismas, sin miedo a ser juzgadas. Pero,

¿...qué pasó?

 ¿En qué momento dejamos de ser nosotras?

Crecimos juntas, éramos inseparables. Compartimos cada momento, cantando, bailando, riendo hasta que nos dolía el estómago o nos regañaban. Hacíamos todo juntas, y nada ni nadie podía separarnos.

Sin embargo, poco a poco nos fuimos alejando. Tal vez una conversación se tornó incómoda o la vida nos llevó por caminos diferentes. No fue una discusión ni una traición. Fue nuestra mentalidad la que cambió. Ya no estábamos en la misma sintonía: nuestra forma de ver la vida ya no era la misma. Dejamos de compartir nuestros secretos y de salir juntas. A pesar de esto, siempre recordaré con cariño la hermosa amistad que creamos. No hay enojo ni rencor, solo un profundo agradecimiento.

Debemos aceptar que las personas que llegan a nuestra vida no siempre están destinadas a quedarse. Simplemente llegan, comparten un espacio con nosotros y luego se van, dejando un bonito recuerdo. Si en algún momento tienes que alejarte de una persona importante, no te enojes ni guardes rencor. Da las gracias por los momentos compartidos, recuerda lo vivido con amor y ten en cuenta que todo es pasajero. Aunque sea difícil, hay que aprender a soltar.

Cuida de quienes están presentes en tu vida, pero no olvides a quienes estuvieron en el pasado. Todos cumplen un propósito en nuestro camino. Agradece y sigue adelante.

Por Ashley Nicole García Morales